Las fusiones y adquisiciones de empresas pueden ser una época complicada para los empleados. Es natural que la gente en esta situación se sienta un poco insegura y se pregunte si su puesto de trabajo existirá una vez se haya completado la compra. Esta inseguridad también se aplicará a los planes de incentivos en acciones preexistentes en la empresa que se compra.
La consolidación es un hecho que forma parte de la vida empresarial actualmente. De hecho, los datos de 2020 indican que el valor de las fusiones y adquisiciones globales de ese año ascendió a 2,8$ billones. Esto supuso un descenso respecto al total de 3,4$ billones del año anterior, pero la tendencia general en las últimas décadas ha sido que el valor de esas operaciones suba con el tiempo.
¿Qué sucede con las opciones sobre acciones en la compra de una empresa?
En el escenario de una compra, la empresa compradora podría optar por varios enfoques en lo que respecta a los planes en acciones para los empleados. Habrá varios factores en juego, sin olvidar cuál es el tipo de plan que el empleado ha firmado y la actitud general de la empresa compradora respecto a la compensación en acciones. Dependiendo de esos factores y otros, el resultado potencial para el partícipe puede variar de muy deseable al peor escenario.
Por tanto, en ese contexto, lo que suceda con tus acciones tras la compra de una empresa vendrá determinado, en parte, por si tus acciones están vesteadas (ya transferidas a ti o ya te has asegurado el derecho de comprar las acciones a un determinado precio) o no están vesteadas (se te han prometido, pero no están totalmente entregadas por el momento, sea cual sea el motivo).
¿Qué sucede con las opciones vesteadas durante una compra?
Con las opciones vesteadas, la empresa compradora generalmente opta por una de estas tres líneas de acción:
1. Las acciones/opciones pueden cobrarse:
Conforme a este enfoque, todas las acciones se convierten en efectivo. Existen varios escenarios en los que los nuevos propietarios pueden optar por esta línea de acción. Por ejemplo, si no ofrecen incentivos para empleados existentes en forma de acciones, no es probable que quieran hacer eso para los que se incorporan a través de una compra.
En esa situación, convertir las acciones y opciones en efectivo significa que los empleados no poseerán ya ninguna acción en la empresa. Asimismo, si la empresa compradora no tiene previsto conservar a todo el personal de la empresa comprada, le convendría pagar las acciones a los empleados de los que vaya a prescindir.
2. Las acciones/opciones pueden asumirse:
La empresa compradora opta por asumir el valor de las opciones otorgadas que heredan de la empresa a la que han comprado. Con esta opción, básicamente se permite que el plan existente continúe como si nada hubiera sucedido.
Para el partícipe, esto significa que puede decidir conservar sus opciones o ejercerlas. Puede que al nuevo propietario le convenga adoptar este enfoque si desea evitar que sus propias acciones se debiliten.
3. Las acciones/opciones pueden sustituirse:
Esta opción es similar a la anterior, pero en lugar de mantener el plan existente, la empresa compradora los cancelaría y los sustituiría con nuevas asignaciones para esos empleados que estén bajo los términos de su propio plan de acciones.
¿Qué sucede con las opciones no vesteadas durante la compra de una empresa?
Si debes tener en cuenta opciones no vesteadas durante la compra de una empresa, los nuevos propietarios podrían considerar todas las opciones anteriores, pero podrían optar también por una línea de acción distinta. Entre las otras posibilidades hay las siguientes:
1. Pueden cancelarse las opciones:
Este es el peor escenario para los partícipes de un plan. Una empresa compradora no tiene ninguna obligación de liquidar las opciones no vesteadas, por lo que podría decidir cancelar los incentivos en acciones pendientes que no se hayan adquirido todavía.
Algunos comentadores expertos subrayan que lo más probable es que este no sea el camino que sigan los nuevos propietarios. Aunque puede suceder y ha sucedido, cancelar opciones sin realizar ningún pago solo serviría para complicar la relación entre los nuevos propietarios y los empleados desde el principio. Por ese motivo, generalmente suele evitarse un movimiento amplio de ese tipo.
2. Vesting acelerado:
Este enfoque acelera el proceso de vesting y podría estar fuera del control de la empresa compradora, ya que en el reglamento original podría estar establecido que la aceleración parcial o total se activaría en caso de compra de la empresa.
Mientras que esto favorece a los empleados, no es necesariamente lo ideal para la empresa compradora. Cuando las opciones se otorgan plenamente y se ejercen, en teoría, en ese momento, esos empleados tienen menos incentivos para quedarse y estarán abiertos a otras ofertas laborales. Como mínimo, esto puede complicar la estrategia de retención que pueda haberse previsto.
Aunque es justificable que la compra de una empresa por unos nuevos propietarios cause nervios, generalmente, no les interesa cerrar o afectar de manera negativa al plan de acciones para empleados actual. Para obtener más información sobre planes de acciones y cómo podemos ayudaros a ti y a tus empleados en procesos de fusiones y adquisiciones, haz clic aquí para contactar con nosotros hoy mismo.
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